CUANDO LA EDUCACIÓN DEPENDE DEL AGUA

 

“Cuando llegaban lo primero que nos decían era que si había agua se quedaban, y cuando veían que no había agua, a los tres días esos maestros estaban retornándose a la ciudad de La Paz” recuerda Rody Dara, mirando el agua que ahora sale del pozo que acaban de perforar en la comunidad de Barracón del municipio de Ixiamas al norte de La Paz. Este lugar, que es la puerta misma de la selva, ya no guarda el húmedo calor habitual de otros tiempos, sino más bien un calor fatigoso de la sequía de los últimos años. Mirando el tanque de 2500 litros que ahora acaban de instalar dentro de su comunidad, Rody evoca otras épocas en que la ausencia de agua acobardaba a los profesores que migraban desde las tierras altiplánicas y dejaba a los niños de la comunidad sin acceso a educación. 


Barracón alberga aproximadamente a 25 familias “desde Ixiamas para poder llegar hasta aquí por agua, son 5 días. Para llegar más rápido son 3 días en movilidad” explica Rody, y señala que también por esa razón es difícil la llegada de las autoridades municipales “en la comunidad sufríamos, carecíamos del tema del agua, hace muchos años que nos instalaron mediante una ONG con el municipio unas bombitas manuales, eso nos duró un tiempo y luego se arruinaron porque eran manuales, desde esos años nos quedamos ya sin agua, hemos luchado harto para poder conseguir mediante el municipio. No se pudo hacer nada.”  


El agua que la población de Barracón suele consumir está en el arroyo La Cruz, a un kilómetro del centro poblado, que significa media hora de caminata de ida y media hora de vuelta cada día. La directiva del colegio planteó una solución a la escasez de agua que provocaba también la escasez de profesores “Para que el maestro o la maestra no se vaya, los alumnos se organizaban: el martes y el viernes se acarreaba agua para los maestros en bimbos. Todos los alumnos tenían que acarrear de a dos bimbos de agua para que los maestros se cocinen y tomen. Ya para ducharse ellos iban al río a bañarse, acá hay un arroyo también, a una media hora.”  En la sabiduría de la comunidad, era mejor que los estudiantes empeñaran dos días en recoger agua y tener al menos tres jornadas escolares a la semana, que quedarse sin educación todo el año.


Sin embargo, la naturaleza y la valiosa biodiversidad que tiene la zona del Bajo Madidi le ha dado una esperanza a Barracón y a muchas otras comunidades que se encuentran dentro del área protegida municipal que fue creada el año 2019 “Nos pudimos organizar aquí para crear el Área Municipal de Conservación del Bajo Madidi que tiene un Comité de Gestión y gracias a esa reserva a esa área municipal de conservación hemos logrado ya financiar algunos proyectos” recuerda Rody Dara, que actualmente es parte del Comité de Gestión que ha desarrollado, entre otras cosas, acuerdos de conservación que son pactos voluntarios entre la población para proteger la naturaleza y beneficiarse del financiamiento de un proyecto de conservación. “Trabajando como Comité de Gestión se aprobó para este año en el POA el tema de agua, viendo las necesidades más importantes de las comunidades más afectadas. Se identificaron cinco comunidades, tres del sector del río Manupare y Manurimi (Distrito 5) y dos de aquí del río Madidi (Distrito 4) que son las comunidades de Barracón y Cayubaba. Ya hay agua en la comunidad”. 


Los Acuerdos de Conservación son una herramienta desarrollada e implementada por Conservación Internacional Bolivia, con el objetivo de conservar la biodiversidad y mejorar la calidad de vida de las comunidades locales “ahora todo va a cambiar yo pienso, los maestros vienen ya ellos solitos con sus baldes y se llevan a su cuarto porque está ahí a cincuenta metros el agua” cuenta Rody entusiasmado, con las manos mojadas, sintiendo cumplido el sueño de tener agua todos los días, porque acaban de finalizar la perforación de un pozo semi insurgente en la comunidad “Agua suficiente tenemos en este tanque, en este pozo. Da para llenar unos cuatro tanques de 2500 litros, suficiente agua tenemos para que la gente se provea de ahí. Tratando también de cuidar las máquinas porque son a motor, con bomba sumergible. Entonces yo pienso que todo va a cambiar, mejor los niños van a tener esa facilidad de tener y gozar del agua dentro de la unidad educativa” ahora la comunidad puede garantizar el líquido vital en la unidad educativa, para que ningún profesor tenga que volver a irse. 


Barracón es una comunidad que se dedica a la recolección de los frutos de castaña y a la pesca de manera sostenible y a través de estas prácticas cuida el bosque que los cobija, existen otras comunidades igual a ésta que también son parte del área protegida municipal que pueden beneficiarse de los acuerdos de conservación para mejorar su calidad de vida, eligiendo conservar la naturaleza “Sobre el área protegida, tratemos de cuidar, preservarla, protegerla, para nuestros hijos, porque con esas condiciones se creó el área, pensando siempre en el futuro, en nuestros hijos. Barracón es la primera comunidad que ha empezado y ha terminado, es la primera que ha comenzado la excavación de estos pozos con bombas sumergibles, yo les pediría a las otras comunidades que van a tener también este mismo proyecto que se preocupen de colaborar a los cavadores, de poder ponerse en pie y lograr que el proyecto se cumpla.” El agua en Barracón garantizará la educación de los niños y jóvenes, quienes tendrán la oportunidad de formarse integrando los contenidos de la educación formal con la sabiduría ancestral de su comunidad en el cuidado de sus bosques para seguir conservando la naturaleza.


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© Juan Carlos Corminola