La conservación de los bosques de la Amazonía es central para asegurar un clima estable en Sudamérica y el planeta, así como la vida de pobladores del continente. La selva amazónica es uno de los mayores sumideros de carbono del mundo y hogar de la biodiversidad más rica del planeta. Sin embargo, esta biodiversidad se encuentra amenazada como ecosistema funcional, debido al avance de la frontera agrícola, la construcción continua de carreteras, los incendios forestales, pero sobre todo a la deforestación en todo el bioma.
Cada año, Bolivia pierde unas 300.000 hectáreas de bosque a un ritmo de más de 800 canchas de fútbol por día, para un país con muy poca gente para su tamaño. Debemos actuar para frenar un futuro desastre y quedarnos sin agua y bosques, poniendo en riesgo la vida.
Más áreas protegidas, territorios indígenas ampliados y acuerdos de conservación asegurarán una Amazonía funcional, biodiversa y resiliente.
Por eso, proponemos aumentar la conservación en la Amazonía boliviana en más de 4,5 millones de hectáreas al 2030; con nuestros socios hemos avanzado al 2023 con 2,4 millones de hectáreas.
![datos 7 fs datos 7 fs](/images/default-source/1-new-uploads/captura-de-pantalla-2025-01-17-a-la(s)-12-44-51-p-m.png?sfvrsn=594e2cad_0)
![DATOS 4 FS DATOS 4 FS](/images/default-source/1-new-uploads/3-web.png?sfvrsn=84fa30c9_0)