Caficultora Marilú López Padilla: “El café me ha dado todo”

Marilú López Padilla dice, con orgullo, que es madre y caficultora. Marilú siente que el bosque es una bendición, y que gracias a su trabajo ha sacado adelante a su familia, lo más importante que tiene

^{© Red Fox Coffee Merchants}

“Soy madre soltera, el café me ha dado mucho, me ha dado todo”, comenta la productora que es socia de la Cooperativa de Servicios Múltiples Bosque del Alto Mayo (Coopbam) . Viste una blusa rosada, unos jeans anchos, botas y está recogiendo los frutos de su cosecha. El rojo de los cerezos es hermoso, ella lo aprecia y lo comparte .

“El café es significativo porque ha dado muchos beneficios a mi familia”. La palabra ‘familia’ se repite una y otra vez. Para Marilú, sus cuatro hijos de 25, 22, 18 y 8 años son la razón de ser de cada uno de sus días. 

El café se sirve por las mañanas en el desayuno, y a cualquier hora del día hay una jarra de café para beber, como agua de tiempo . Así nos lo cuenta su pequeña hija en un audio que nos llega por WhatsApp. La niña ama también el bosque, y a veces acompaña a mamá a recoger los frutos, una actividad que disfruta al máximo . “Le encanta seleccionar el café”, acota Marilú, emocionada.

AMADA NATURALEZA

Marilú recuerda aquellos tiempos en los que no existía la cooperativa y el café no tenía un mercado seguro, todo era incierto: “Desde que estoy en la Coopbam mis hijos han ido para adelante . Antes no se sabía si venderíamos o no, si había clientes o no, no sabíamos incluso si al final nos pagarían”.

Trabajar de manera organizada le hizo apreciar mucho más la naturaleza, como un “bien de todos y para todos”. Marilú lo tiene claro: 

“Para tener un buen café, un café de calidad, necesitamos un bosque fuerte y sano”.

^{© Red Fox Coffee Merchants}

Por la pandemia, las reuniones ahora son virtuales y los cuidados son extremos. Marilú considera que su historia con el café debería repetirse en diversas partes del Perú, con mujeres de todas partes. A los 43 años, su objetivo es mejorar el producto y demostrar al mundo que en el Perú tenemos un gran café. 

Esta mujer nacida en Amazonas aprendió a valorar la tierra y el café gracias a las capacitaciones constantes y el apoyo de Conservación Internacional: “Formar una cooperativa nos ha dado confianza y nos ha servido para tener un producto bueno. 

El aprendizaje es constante, y a ella le encanta recibir consejos para mejorar su cosecha: “He aprendido a gestionar la siembra, a saber más sobre el abono y a estar pendiente de la finca a pesar de las muchas cosas que hoy una debe hacer”. 

UN HONOR