Guardaparques, guardianes de la naturaleza
diciembre 6, 2021
Son muchas las funciones que los definen, observadores de aves, educadores ambientales, vigilantes forestales, agentes de campo, activistas ecológicos, voluntarios. Pero hay un título que los une, el de Guardaparques, los héroes desconocidos del mundo de la conservación.
© Homer Leiva
El declive global de la biodiversidad está ocurriendo más rápido que nunca. La mayoría de las áreas naturales protegidas son refugios para la conservación de los ecosistemas y los recursos invaluables de los que la humanidad depende. Una de ellas es el Bosque de Protección Alto Mayo (BPAM), cuyo boscaje cobija a innumerables especies y recursos, convirtiéndose en el sustento de cientos de familias. Estas áreas son la piedra angular de la sostenibilidad, y los guardaparques, sus guardianes.
Así como la naturaleza tiene una forma especial de comunicarse entre ella, los guardaparques que salvaguardan el BPAM han desarrollado una conexión única con el bosque, son familia. Encargados de mantener sus hábitats naturales intactos, ellos se enfrentan a numerosos retos: luchan contra la tala ilegal, son los trabajadores de primera línea en la conservación, desempeñan un rol fundamental en la protección de la biodiversidad contra el tráfico ilegal de fauna, aseguran el patrimonio natural, y garantizan el bienestar de las generaciones presentes y futuras.
El 6 de diciembre, día del Guardaparque peruano, es un espacio necesario para reconocer y visibilizar su importante labor. Durante muchos años, los guardaparques han construido un camino para asegurar los objetivos de sostenibilidad; pero a menudo, la esencia de su trabajo queda oculta en lo más profundo del bosque, y sus memorias permanecen en los ríos, y en los senderos más recónditos de la naturaleza. Pero hoy, el bosque cuenta sus historias, y los guardaparques guían el camino en el cortometraje “Guardaparques, Guardianes de la Naturaleza”.
Este proyecto audiovisual se interna en el BPAM para inmortalizar el transcendente trabajo de los guardaparques a través de las historias de Elolbita Villalobos, Sergio Villacorta y Crower Chumacero. Mientras el bosque se va descubriendo, sus relatos te abren las puertas a la vida de un guardaparque, sus experiencias, emociones y desafíos. Un corto documental que te permite recorrer el Alto Mayo, caminar sobre sus heridas, pero también sentir el cambio y la esperanza en un futuro basado en conservación.
“Ha sido muy emotivo, para qué, y muestra muy bien parte de lo que hacemos”, cuenta Walter Sayago, guardaparque del BPAM, después de ver el cortometraje que se realizó el 3 de diciembre en el Centro Cultural de Moyobamba. “Lo importante es que esto ahora llegue a mucha gente para que puedan conocer nuestro trabajo y entiendan por qué es importante. Espero que este sea el primer capítulo de muchos, porque las cosas que hemos vivido, hay para hasta escribir un libro”.
Este documental se realizó gracias a la acción colaborativa entre el SERNANP y Conservación Internacional, en un esfuerzo por acercar el BPAM y el trabajo por la conservación a más personas. “Es imposible poder abarcar todo lo que los guardaparques hacen en tan poco tiempo, pero este cortometraje nos ha permitido viajar con los guardaparques, conocerlos de cerca y sentir junto con ellos esa sensibilidad y conexión con la naturaleza que los convierte en seres tan especiales”, señala Daniela Amico, Gerente de Comunicaciones de Conservación Internacional.
Los guardaparques que resguardan el BPAM ya no son héroes desconocidos, son los protectores de 182 mil hectáreas de vida natural, los guardianes de un recurso inestimable para la humanidad, defensores de la naturaleza, educadores. Los guardarparques y el bosque son uno, el ejemplo de armonía que debe existir entre el hombre y la naturaleza. Como dice Elolbita Villalobos, guardaparque del BPAM, el bosque es mi hogar.
© Pablo Garviz