María Fernández, la artesana del bosque

Desde adolescente empezó a bordar. María Fernández no imaginó que, muchos años después, lo seguiría haciendo, pero ahora con una guía, incluso materializada en el papel, donde se aprecian las pautas para cada trabajo. Se trata del manual ‘ Manos que bordan un mejor futuro’, el cual contiene patrones de bordados y pinturas de alrededor de 90 especies del Bosque de Protección Alto Mayo, un área natural protegida que gestiona el Estado peruano junto a Conservación Internacional Perú.

^{© Conservación Internacional/Aura Guío}

Sin duda, el bosque es inspiración. O como ella dice: “El bosque es una obra de arte”. María y sus compañeras intentan captar parte de esa magia. 

Cerca de 300 mujeres como María tienen este manual desde 2021. “Nos gusta tanto lo que hacemos que hasta lo usamos”, dice, mostrando su bolso con un colibrí bordado, desde el sector de Aguas Verdes.

En este bosque que ahora recorremos, se origina el río Mayo, la fuente de agua para las más de 260,000 personas que habitan en Rioja y Moyobamba. Son personas como María que se han comprometido a través de los acuerdos de conservación, a protegerlos, pues es el lugar de inspiración de María y decenas de mujeres que han encontrado en las manualidades una manera de sumar ingresos a su hogar con maravillosos bordados en punto cruz, demostrándose a sí mismas que ellas también son capaces de poner el pan en la mesa.  

^{© Conservación Internacional/Aura Guío}

Desde 2017, gracias a la co-gestión del Servicio Nacional de Áreas Protegidas y Conservación Internacional, empezaron a recibir capacitación. Ocho promotoras se encargaron de ello, y a la fecha, unas 228 mujeres forman la "Asociación de Mujeres Emprendedoras y Defensoras del Bosque de Protección Alto Mayo". donde hacen punto cruz, punto relleno y se especializan en el tejido con bombonaje, una pajilla nativa de la zona que antes apenas se encontraba y que con los años han ido rescatando y poniendo en valor.

Ofrecen bolsas, llaveros, monederos y carteras que llevan las imágenes del mono choro, la orquídea  kovachii, el oso de anteojos, el colibrí de cresta roja, entre otras especies emblemáticas de este bosque maravilloso que no solo es proveedor de café, cacao, vainilla, flores bellas y otros productos que sostienen el hogar de las familias de la comunidad. Está claro que es también un escenario que motiva e inspira.

Da gusto escuchar a María describir su trabajo y mostrarlo minuciosamente. En un llavero de una abeja te llevas un imaginario del bosque. 

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