Judith Nunta: Impulsando el liderazgo indígena

Judith Nunta se siente orgullosa de ser indígena. La lideresa shipibo-konibo es responsable del Programa Mujer Indígena de la Organización Regional Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana AIDESEP- Ucayali (ORAU) y es optimista de lo que la actual y futura generación de lideresas indígenas lograrán por la defensa de sus bosques. Como responsable del Programa Mujer de ORAU busca marcar una política institucional que direccione la participación de la mujer indígena en el desarrollo y defensa de su territorio e impulsen su desarrollo local, regional y nacional.

En ese sentido, promover el liderazgo y participación de las mujeres indígenas es un interés muy personal de Judith, y la misma razón que la motivó a postular y convertirse en becaria de otro programa, el Programa de Mujeres Indígenas de la Amazonía, de Conservación Internacional. A través de un fondo que reciben las becarias de este programa para que lideren sus propias iniciativas ambientales y culturales, se busca potenciar su liderazgo y competencias, construyendo espacios de intercambio y diálogo, que mejoren la calidad de vida en las comunidades de la Amzonia.

 Conversamos con Judith sobre su proyecto, su motivación por la defensa del territorio y su experiencia este último año como integrante del programa de becarias.

 Cuéntanos sobre tu proyecto

El objetivo de mi proyecto fue fortalecer las capacidades de las mujeres indígenas de las federaciones bases de la ORAU en 3 ejes:  Territorio seguro, cambio climático y bosques, y participación plena.

Trabajé con 30 mujeres que pertenecen a la Organización Distrital Indígena de Masisea (ORDIM). Realicé capacitaciones en las comunidades y también organicé actividades en Pucallpa, trayendo a las mujeres para que hagan un intercambio de experiencias en temas de monitoreo, de territorio, del cambio climático y muchas cosas más. Todo esto, con la finalidad de promover el liderazgo y participación de la mujer en los espacios de tomas de decisiones de sus comunidades.   

¿Hay algún logro que te gustaría resaltar?

Los Comités de Vigilancia Comunal. Antes veía a muchas mujeres que no participaban en las reuniones, no conocían cuántas hectáreas tenía su comunidad, con qué otras comunidades colindan. Me siento muy contenta de ver fortalecidas a estas comunidades. Ahora los comités de vigilancia de cada comunidad están conformados por 10 personas, 5 mujeres y 5 hombres.

¿Cómo nació tu interés por trabajar en una organización indígena?

No pensé en llegar a ser una dirigente regional, siempre me movió el trabajar por el bien de las mujeres indígenas.

Para mí ha sido muy importante el proceso. Comencé en el 2009 como dirigente, representando a la comunidad de San Rafael , allí aprendí sobre el territorio y empecé a amar los bosques y su importancia, puesa allí tenemos nuestras cochas, tenemos nuestros mercados, está nuestra alimentación y nuestras plantas medicinales.

Luego entré a la federación distrital indígena de Masisea organizando actividades con mujeres indígenas y así hasta llegar a la ORAU donde fui elegida para ser responsable del Programa Mujer.

 Es una gran responsabilidad.

Es una responsabilidad y un compromiso con todas las bases el de llegar hasta las comunidades más alejadas. 

 La ORAU abarca 15 pueblos indígenas y 13 federaciones, y cada federación tiene secretarías encabezadas por mujeres que representan a sus comunidades.Yo me siento como la madre de esas 13 mujeres, y ellas son las madres de las mujeres de sus comunidades. Yo estoy ahí, luchando para que las mujeres indígenas tengamos un rol importante en los espacios de toma de decisiones.