Apoyo a las mujeres que crean olas de cambio en la conservación de los ecosistemas de surf

En todo el mundo, las mujeres de las comunidades costeras están ganando protagonismo como surfistas y defensoras de los ecosistemas que protegen las costas y océanos. Un ejemplo destacado es Carolina Butrich, quien lidera la protección de las rompientes a lo largo del litoral peruano desde Conservamos por Naturaleza. Este fenómeno va de la mano con el crecimiento exponencial del surf femenino, que ha alcanzado gran visibilidad tanto a nivel internacional como nacional, donde cada vez más mujeres peruanas reciben reconocimientos en campeonatos internacionales. Además, ha aumentado la creación de programas y empresas de surf enfocados en mujeres, así como una mayor representación de ellas en los medios vinculados a este deporte. Sin embargo, este avance debe ir acompañado de más oportunidades para que las mujeres participen activamente en la conservación de los ecosistemas marinos y en la economía azul; la gama de usos económicos de los servicios que nos brinda el océano y su litoral: energía, transporte marítimo, pesca, acuicultura, minería y turismo.

Las mujeres tienen un papel integral en las comunidades costeras, pero a menudo están subrepresentadas en los procesos de toma de decisiones, lo que limita su capacidad para contribuir de manera plena a la conservación. Fomentar procesos inclusivos y participativos es esencial para lograr una gestión más efectiva de los ecosistemas marinos. El surf, en este contexto, ofrece importantes beneficios para las mujeres jóvenes, ayudándolas a ampliar su zona de confort, superar miedos y fortalecer su autoestima. Al participar en un espacio dominado por hombres, las mujeres adquieren mayor confianza y desarrollan una conexión más profunda con el océano, lo que las motiva a protegerlo.

Conscientes de estos beneficios, Conservación Internacional (CI) ha impulsado un programa de campamentos y actividades para jóvenes centrado en la conservación de los ecosistemas de rompientes, en colaboración con organizaciones locales como Coast 2 Coast y WAVES Lobitos. Este tipo de iniciativas busca empoderar a las niñas y jóvenes, desarrollando su fuerza tanto física como mental. Un ejemplo de esto es el programa "Mujeres + Agua", facilitado por la windsurfista profesional Sarah Hauser, que busca involucrar a las niñas de Lobitos, Piura, en actividades recreativas y de bienestar que refuercen su conexión con el océano. Aunque este año las actividades se vieron limitadas por un derrame de petróleo, las participantes continuaron con talleres que abordaron temas como la resiliencia y el bienestar ambiental. Alondra, una niña de 9 años de Lobitos, nos cuenta: “En Lobitos protegemos lo que amamos: nuestra comunidad y el océano.”

Este tipo de programas también ha fomentado una nueva generación de líderes costeros. Muchos de los antiguos participantes del programa que WAVES iniciara en el 2008 han regresado a sus comunidades después de obtener títulos universitarios y ahora lideran grupos de vigilancia ambiental. Karen Periche, una de las primeras niñas de Lobitos en practicar surf en un mar tradicionalmente masculino, es ahora la directora de su propia escuela de surf para mujeres. Karen, enfatiza: “Quiero crear un espacio seguro donde las mujeres puedan descubrir el bienestar que nos da el mar, sentir la libertad de estar en el agua y cultivar su confianza.”

El proyecto del Fondo Mundial para el Clima, titulado “Ampliación de los beneficios de la economía azul y la conservación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos críticos mediante la gestión de los ecosistemas de surf,” busca aprovechar la pasión de los surfistas para proteger las olas y los ecosistemas que las rodean en países como Costa Rica, Panamá y Perú. Este proyecto es implementado por GEF-ONUDI y ejecutado por Conservación Internacional en colaboración con Save The Waves Coalition y la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA). Uno de los principales objetivos es apoyar la participación inclusiva de las mujeres en los procesos de liderazgo y toma de decisiones sobre la gestión de los ecosistemas de surf y la economía azul. A pesar de que las mujeres desempeñan un rol crucial en las comunidades costeras, su presencia en estos procesos sigue siendo limitada, lo que hace urgente fomentar su inclusión en las decisiones sobre el futuro de los océanos.

El futuro de este proyecto incluye la colaboración con organizaciones locales como Coast 2 Coast, que contribuye a la conservación del surf y el fortalecimiento de las comunidades costeras. CI continuará desarrollando y compartiendo un plan de estudios para campamentos de conservación del surf, enfocado en empoderar a las mujeres y niñas para que lideren esfuerzos de conservación de manera más inclusiva. El objetivo final es promover una gestión más efectiva de los ecosistemas marinos y de la economía azul, empoderando a las mujeres para que participen de manera significativa y contribuyan a resultados de conservación más inclusivos y eficaces.

Este enfoque integral demuestra cómo el surf puede ser una herramienta para la conservación ambiental y la inclusión social, empoderando a las mujeres para que se conviertan en líderes en la protección de nuestros océanos y costas.