Fondos semilla: el futuro de las lideresas que están transformando la Amazonía
marzo 25, 2025
Gabriela Loaiza es bachiller en agronomía tropical y también una joven líder de la comunidad machiguenga más grande del Perú; San José de Koribeni (Cusco), comunidad en la que ha ejercido como jefa en dos oportunidades y donde viene trabajando desde hace mucho en rescatar y poner en valor las tradiciones de su pueblo y reescribir su propia historia, que, a la fecha, solo ha estado narrada por los dominicos que llegaron a evangelizar su pueblo y apaciguar el terror del boom del caucho.
En 2021 Gabriela aplicó al Programa de Mujeres Indígenas de la Amazonía de Conservación Internacional que le permitió trabajar con los sabios de su comunidad, los adultos mayores que atesoran las leyendas, mitos y costumbres de su pueblo para reescribir su historia y conocer sus raíces. A través de talleres con niños y niñas, ha trabajado para enseñar y poner en valor estas prácticas machiguengas y asegurarse de que no se pierdan, registrándolas en una serie de cuentos y cantos.
Gracias al Programa, donde desarrolló capacidades de liderazgo, ejecutó su proyecto y contó con el soporte de una red de acompañamiento, Gabriela ha recuperado la confianza en estas iniciativas; “Siempre pensaba que había una organización detrás que direccionaba este tipo de concursos y que todo estaba ya planificado, pero la experiencia me ha permitido creer en estas convocatorias”, nos cuenta.
Agentes de cambio
Hoy, Gabriela es una experta. Luego de aplicar y recibir por segunda vez esta misma beca, ha logrado recibir dos fondos adicionales que le están permitiendo dar continuidad a sus proyectos y, además, pasar la posta del liderazgo a más mujeres de su comunidad. Su hermana, Estefany, estará encargada ahora de continuar con el trabajo de rescate de la papa magona (Dioscorea spp.) en riesgo de desaparecer, cultivada tradicionalmente por mujeres de las comunidades machiguenga.
Gabriela menciona que “el Programa de Mujeres Indígenas de la Amazonía me ha permitido, primero, crecer como líder, y ahora, continuar con mi desarrollo profesional rescatando las plantas de mis abuelos y ancestros. Somos 8 mujeres las que estamos trabajando en rescatar no solo los cultivos que antes se ponían en nuestras chacras sino también las técnicas ancestrales.”
Además de recuperar la papa magona y convertirla en harina para venta y consumo local, también están recuperando variedades de semillas de yuca machiguenga y su consumo para generar ingresos a las mujeres y garantizar la seguridad alimentaria de su comunidad.
“Es una experiencia muy bonita porque no solo estoy trabajando en la parte técnica y científica, descubriendo por ejemplo 17 variedades de yuca, sino aprendiendo las técnicas de nuestros abuelos, utilizando, por ejemplo, las primeras yucas para engañar al majaz (Cuniculus paca) y que no se coma el resto de las plantaciones”, nos cuenta una emocionada Gabriela.
La diversidad cultural y biológica de la mano
Existen más de 51 pueblos indígenas en la Amazonía peruana, y se hablan más de 44 idiomas. Esta inmensa diversidad cultural refleja la biológica, atesorando una diversidad inimaginable de plantas, raíces, insectos, reptiles, y mamíferos que se siguen descubriendo hoy, y que son el presente y futuro de todos, pero sobre todo de los pueblos que habitan la Amazonía.
Estos fondos dirigidos a apoyar mujeres indígenas son necesarios. A través de ellos minimizamos las barreras que las excluyen de la toma de decisiones que afectan los recursos naturales de los que dependen, y al ser potentes agentes de cambio, mueven y generan una economía local que reduce las amenazas de las actividades ilícitas que ponen en riesgo los bosques. En otras palabras, son clave para garantizar los procesos de conservación. Sin embargo, esto no significa que sean procesos fáciles.
“Todo este liderazgo también presenta retos. Yo he aprendido a tener una comunicación asertiva y digo las cosas que se tienen que mejorar, pero hay personas a las que no les gusta escuchar y he visto mi participación restringida de algunos espacios”, nos comenta Gabriela.
Pero ella confía. Sabe que el liderazgo de la mujer debe de ser compartido y no puede quedar solo en ella. Estos son los aprendizajes que le deja haber sido becaria del Programa de Mujeres Indígenas de la Amazonía en dos ocasiones, y que la ha convertido en un referente para el futuro de otras mujeres y jóvenes de su comunidad donde los machiguengas luchan convencidos para poder vivir orgullosos y en armonía con la naturaleza.
Sobre el Programa
Desde 2021 se han otorgado 115 becas en 7 países amazónicos, canalizando más de 1,6 millones de dólares a mujeres indígenas que trabajan en a) una mejor gestión y protección de sus territorios, b) poner en valor a los conocimientos indígenas y a sus plantas medicinales, c) la soberanía alimentaria, d) fortalecer sus economías, e) reforestación, y f) promover el liderazgo de más mujeres dentro de sus comunidades. A la fecha son más de 4000 personas las que se han visto beneficiadas por este programa. Puedes conocer más acerca de cómo estas mujeres están transformando la Amazonía aquí.