“El café me ha dado una vida mejor”

Marilú López encontró en el café una oportunidad para sacar adelante a sus cuatro hijos, y hoy se siente orgullosa de todo lo que ha logrado gracias a la Cooperativa de Servicios Multiples Bosque del Alto Mayo (COOPBAM), organización que le ha permitido vender su café a un precio justo.

“Es una experiencia muy bonita. El café me ha dado una vida mejor”, dice Marilú, mientras prepara café a la olla en el Centro Poblado de Beirut, en Amazonas.

“Me gusta cultivar el café. Tengo las variedades catimor, caturra, bourbon y tipica, y cada día me esfuerzo por tener un producto orgánico de calidad”, comenta esta mujer que empieza su jornada muy temprano acompañada de una taza del café que ella misma cosecha. 

Antes solo cultivaba caña de azúcar. La ganancia era poca, recuerda. El café llegó a su vida hace más de diez años, y cuando la cooperativa se creó el trabajo de decenas de caficultores pequeños como Marisol alcanzó mayor valor, y sobre todo un compromiso firme de protección al bosque. 

Marisol lo sabe bien: “El café es un producto que nos genera más ingresos. Yo estoy en la cooperativa hace más de cinco años y realmente estoy contenta porque ha mejorado mi calidad de vida, y he ayudado mucho a mis hijos. Soy madre soltera, y a pesar de estar sola he podido salir adelante”.

Marisol es parte de la COOPBAM, la cual se creó en 2014 con la participación de 71 suscriptores de acuerdos de conservación que apostaron por transformar la manera en la que producen su café atendiendo las recomendaciones del equipo técnico de Conservación Internacional, Asociación Ecosistemas Andinos y Sernanp.

Hoy tienen cafés de mejor calidad, con más valor en el mercado y en armonía con la naturaleza.

La COOPBAM es la primera cooperativa creada dentro de un área natural protegida en el Perú, cuenta con 385 socios, y en solo 7  años han logrado exportar 1143 toneladas de café a países como Alemania, EEUU, Inglaterra, Holanda, Australia, Japón y Canadá.